miércoles, 27 de abril de 2011

¡AÚN HAY PATRIA, CIUDADANOS!

      Por Alfonso Ríos Larrain

          Hoy quiero compartir una singular coincidencia. Mientras leía algunos discursos del pastor evangélico estadounidense Adrian Rogers (1931-2005), recibí uno de esos email que circulan en cadena, la mayoría unos bodrios dignos de click y... ¡a la papelera sin abrirlos! Pero como la remitente era una gran amiga, decidí comprobar de qué se trataba. Me encontré con un relato (¿han oído esta palabra últimamente?) que ya conocía y que calzaba al dedillo con la reflexión de Rogers, también reproducida en ese correo.

          El relato:

          Una joven universitaria cursa el último año de su carrera. Como es frecuente en el medio estudiantil, la niña piensa que es de izquierda y, como tal, está a favor de la redistribución de la riqueza. Su papá es de derecha y, como tal, está en contra de los programas socialistas. La mayoría de sus profesores le aseguraban que ser de derecha es un gravísimo error, generando en la chica sentimientos de vergüenza hacia su padre. Y una tarde decidió enfrentarlo. Le habló del materialismo histórico y la dialéctica de Marx, de la desigualdad, las bondades del altruísmo y la necesidad de un Estado omnipotente que reprima al voraz capitalismo. Intentaba convencerlo de cuán equivocado estaba al defender posiciones de derecha, tan crueles como injustas. En eso, como queriendo hablar de otra cosa, su padre le pregunta:

- ¿Cómo van tus estudios?

- Van bien -responde la hija, muy orgullosa y contenta. Tengo un promedio 6.5 hasta ahora. Me cuesta bastante trabajo, pero salgo poco a carretear, pololeo hasta no muy tarde y duermo lo necesario. Me ha ido bastante bien y voy a recibirme este año.

El padre le pregunta:

-  Y a tu amiga Antonieta, ¿cómo le va?

-  Reguleque para mal. No alcanza el promedio mínimo, pero ella pasa en discotecas, se apunta a todas las fiestas, se acuesta tarde, estudia muy poco y falta mucho a clases. No creo que pueda recibirse antes de un par de años.

Su padre, mirándola fíjamente, dice:

- Entonces, habla con tus profesores y pídeles que transfieran parte de tus calificaciones a ella. Sería una justa y equitativa distribución de notas y, así, las dos alcanzarán el promedio y podrán recibirse juntas...

- ¿Estás loco, papá? -reacciona la niña indignada. ¡Me saco la mugre para tener 6.5 de promedio! ¿Te parece justo que todo mi esfuerzo se lo pasen a una galla que le importa un pito su carrera? Créeme, aunque ella sea mi mejor amiga ¡no pienso compartir mi esfuerzo ni regalarle mi trabajo!

Su padre, abrazándola cariñosamente, le dice:

-  ¡Bienvenida a la derecha!

Moraleja: "Es fácil repartir lo ajeno"


          La reflexión de Adrian Rogers:

         "Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo. El gobierno no puede entregar nada a alguien si antes no se lo ha quitado a otra persona. Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo, es el fin de cualquier nación. No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola".

          No es habitual una sincronía tan "políticamente incorrecta" en el mismo día. Pero hay quienes suelen pronunciarse para que no olvidemos de que ¡Aún tenemos Patria, ciudadanos!, devolviéndonos la confianza y el optimismo. El mismo email remata con una cita de Martin Luther King: "No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos".   ARL