sábado, 27 de agosto de 2011

FORO REPUBLICANO: REORDENANDO LAS IDEAS


      Por ALFONSO RÍOS LARRAIN
      
         Hoy asistí al lanzamiento de Foro Republicano, referente de discusión política que busca influir en Chile  desde una concepción iusnaturalista del ser humano: "Un proyecto que centra su acción en  las virtudes personales, en las posibilidades que tienen las personas de alcanzar un creciente grado de humanidad y puedan acceder a los beneficios del desarrollo, sin importar su grupo social ni su condición económica, su grado de cultura formal o su participación en la democracia. Son las virtudes cardinales (justicia, prudencia, fortaleza y templanza) y otras de especial trascendencia social: laboriosidad, lealtad, responsabilidad, veracidad, etc.", dice la convocatoria.

        Una de las raíces fundacionales de Foro Republicano es el libro "Hacia un Nuevo Paradigma Sociopolítico" (2010) del ingeniero y empresario Sebastián Burr. Se trata de un ensayo de 600 páginas que indaga las causas del descontento social que vive Occidente y sugiere un nuevo orden sociopolítico con propuestas que incluyen un giro radical en la educación, transformaciones en el trato laboral, fortalecimiento de la familia e integración conceptual y operativa de todas las dimensiones humanas porque, dice el autor, "todos deseamos autosuficiencia en el plano intelectual, práctico, emocional y societario... ciertamente inspirado por Dios".

          Los medios de prensa chilenos, sin tener claro sus propósitos (yo sólo los sospechaba),  asemejaron este foro al Tea Party, actor relevante de la actual política estadounidense. Es cierto que hay algunas similitudes (súbita aparición, estructura descentralizada, liderazgo compartido, preeminencia del individuo sobre el Estado, solvencia fiscal), pero también hay diferencias, especialmente en la amplitud y prioridad de los temas que abordan: el Tea Party es un movimiento formado por una constelación de grupos locales unidos por su oposición a la agenda de Obama -temen que si el Presidente triunfa debilitará los principios fundamentales que sustentan la grandeza de los Estados Unidos de América-, mientras en su interior conviven posiciones divergentes en cuestiones morales como el aborto y el matrimonio gay. La propuesta de Foro Republicano es más pretenciosa: "De lo que se trata -dicen sus promotores- es de procurar un Chile humanizado, algo más de fondo que un país desarrollado. No un país para las estadísticas, para los gráficos o el ranking. Un país que sea paciente consigo mismo, pero que no acepte su mediocridad". Y en esa ruta, promueve la defensa de la familia como base de la organización social, anterior al Estado; rechaza el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo; propone nuevas formas de elegir a las autoridades y la necesidad de volver a hablar sin temor de los ideales, de los máximos posibles, de lo que puede y debe hacerse, explicando sus ventajas.

          Interesante iniciativa que deberá señalar sus metas de corto, mediano y largo plazo. Estimo también necesario que aclare posiciones doctrinarias en conceptos relevantes, algunos de los cuales referí en mi intervención. Transcribo a continuación la parte medular de mi discurso:

         "¿Estamos dispuestos a desenmascarar las consignas que los enemigos de la libertad han impuesto casi sin resistencia de parte nuestra? ¿Estamos dispuestos a analizar seriamente el lenguaje equívoco que usan y por qué lo hacen?
 
        "Un ejemplo son los llamados 'derechos humanos'. ¿Hay algún derecho que no sea humano? ¿Por qué casi nadie habla de derechos fundamentales? ¿No buscan sus promotores relativizar la vida, la libertad, la propiedad, la búsqueda de la felicidad, dejando estos valores al arbitrio del gobernante de turno? ¿No fue lo que hicieron con el derecho a la vida asesinando millones de personas en nombre de utopías totalitarias como el marxismo, el nacismo y otras formas de tiranía? ¿No fue lo que también hicieron con el derecho de propiedad, acotándolo primero a una 'función social', eliminándolo luego sobre los bienes de producción y, más tarde, haciéndolo desaparecer? ¿No es lo que hacen ahora al desproteger la vida del que está por nacer, promoviendo el aborto y desconociendo explícitamente que hay vida humana desde el momento de la concepción?
 
        "¿Y la llamada 'justicia social'? ¿No es acaso esta entelequia una burda reiteración del objetivo esencial de la justicia: dar a cada uno lo suyo? ¿No se pretende con ello abandonar la justicia al capricho de mayorías ocasionales u hordas vociferantes que presionan para infringir temor o inseguridad? ¿No es la justicia social una variante de la 'justicia popular' o su antecedente más inmediato?
 
        "Otro ejemplo es la 'igualdad'. No me refiero a la igualdad ante la ley, valor moral y jurídico que comparto plenamente. Tampoco me refiero a la igualdad de oportunidades, que entiendo como derivación de la anterior. Hablo de esa otra igualdad, esa muletilla convertida en llave maestra -mítica, salvadora y reivindicativa- que se promueve desde tribunas políticas, cátedras y púlpitos, y que busca asentarse como exigencia ética para gobernantes y gobernados. ¿En qué consiste esta igualdad? ¿Cómo se logra? ¿Con qué medios? ¿Nivelando hacia abajo? ¿Con el despojo? ¿Eliminando el lucro? ¿No son acaso nuestras diferencias, nuestras individualidades y peculiaridades, características propias del ser humano, de su naturaleza racional, única e indivisible? ¿Alguien puede demostrar filosóficamente que esa igualdad es moralmente exigible y deseable? ¿Estamos dispuestos a rebatir este concepto y decir que la igualdad (o su negación, la desigualdad) no es más que un dato estadístico que mide realidades sociológicas y que lo realmente importante es combatir la pobreza con más crecimiento y mejor educación?
 
        "Otro ejemplo es la estigmatización del 'individualismo'. ¿Qué motivos hay para reprobarlo? ¿Estamos dispuestos a convenir que el individualismo es el motor primario del desarrollo humano, que reconoce y respeta la singularidad de cada hombre y de cada mujer, y su derecho a ejercer su autonomía sin vulnerar la del vecino? ¿Estamos dispuestos a defender públicamente que el Creador dotó al hombre de inteligencia, que la inteligencia se expresa a través del razonamiento y que la razón es el medio de sobrevivencia de la especie humana y la expresión más sublime de individualismo? ¿Nos hemos dado cuenta, como dijo una gran pensadora, que para decir 'yo te quiero', 'yo pienso', 'yo elijo' es necesario, previamente, decir 'yo'? ¿Aceptamos que la felicidad es un estado de satisfacción personal deseable en cada ser humano? Entonces, ¿no es el individualismo un antecedente necesario e ineludible para alcanzar la felicidad y condición indispensable para una mejor convivencia social?
       
             "Hay otros tópicos que deben ser abordados seriamente para dar sustento doctrinario a políticas públicas que hagan de Chile una sociedad más libre. Foro Republicano puede constituirse en un buen escenario para debatir estas ideas, tarea que hemos abandonado desde tiempos inmemoriales, entregándonos de manera irreflexiva, sumisa e irresponsable a la inercia de lo 'políticamente correcto' que promueven los enemigos de la libertad".    ARL

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