lunes, 24 de enero de 2011

HONDURAS, EJEMPLO DE LIBERTAD

Por Alfonso Ríos Larrain

El profesor, economista y empresario estadounidense Paul Romer (*) visitó Honduras hace 20 días para proponer la creación en ese país de una Ciudad Modelo o “Charter City”. El proyecto se basa en el éxito alcanzado por la República Popular China al concesionar Hong Kong y convertirlo en protectorado británico, y el posterior impulso que el dictador comunista Deng Xiaoping dio a la región de Shenzen y otras 16 charter cities que hoy operan en territorio chino. Estas experiencias -sumadas a las de Singapur, Lübeck, Dubai y varias ciudades californianas- demuestran las bondades de un sistema que ha sacado de la pobreza a millones de personas.
La idea de Paul Romer sobre la ciudad modelo es sencilla. Su base de sustentación no es la tecnología ni el conocimiento, sino buenas normas que permiten canalizar la energía creativa de las personas. La causa del subdesarrollo de países como Honduras son malas leyes que desalientan la inversión y retardan el progreso. Es preciso, entonces, cambiar esas leyes por otras que fortalezcan la libertad de comercio, los derechos individuales y la propiedad privada. Pero no es tan fácil: los cambios profundos generan enorme resistencia de privilegios, “derechos adquiridos” y reclamos populares. Por ello, Romer propone crear esta ciudad desde cero, en un territorio deshabitado, proveyéndola de buenas leyes y procedimientos que incentiven, desde el comienzo, la inversión y la creatividad. Se evitan, así, tentaciones autoritarias porque el poder del gobierno tiene límites muy específicos y nadie está obligado a vivir en la charter city.
Vale la pena transcribir los “considerandos” que tuvo en cuenta el  Parlamento de Honduras para aprobar el pasado 19 de enero, por la casi unanimidad de sus miembros, las reformas constitucionales que permiten la creación de Regiones Especiales de Desarrollo (o ciudades modelos) en ese país, y el primer artículo de dichas reformas:
“EL CONGRESO NACIONAL,

CONSIDERANDO:
PRIMERO:  Que es deber del Estado asegurar una sociedad política, económica y socialmente justa que afirme la nacionalidad y propicie las condiciones para la plena realización del hombre como persona humana, dentro de la justicia, la libertad, la seguridad, la estabilidad, el pluralismo, la paz, la democracia representativa y el bien común.
SEGUNDO:  Que la reducción de la pobreza y la marginalidad es posible lograrla creando nuevas oportunidades de empleo, educación y salud al pueblo hondureño, en condiciones de sustentabilidad económica y ambiental.
TERCERO:  Que en la historia reciente de la humanidad algunas sociedades tan pobres como la nuestra han creado las condiciones para crecer aceleradamente convirtiéndose en sociedades desarrolladas y más equitativas mediante la adopción de modelos de gestión pública que descansan en el otorgamiento de altos grados de autonomía a ciertas regiones del país.
CUARTO:    Que es necesario adoptar esos modelos de gestión para permitir al país competir en mejores condiciones y acelerar el cumplimiento de las metas del Plan de Nación.
 Por tanto,
DECRETA:
Artículo 1.- Reformar los Artículos 304 y 329 de la Constitución de la República los cuales se leerán de la siguiente manera:
Artículo 304.- Corresponde a los órganos jurisdiccionales aplicar las leyes a casos concretos, juzgar y ejecutar lo juzgado. En ningún tiempo podrán crearse órganos jurisdiccionales de excepción. Se exceptúan de esta disposición, los fueros jurisdiccionales de las Regiones Especiales de Desarrollo. Los jueces de estos fueros serán nombrados por el Congreso Nacional por mayoría calificada de las dos terceras partes de la totalidad de sus miembros, a propuesta de las autoridades de la Administración de la Región Especial de Desarrollo de que se trate”.
En medio del debate parlamentario, un opositor al proyecto argumentó que “la ciudad modelo será un lugar en el que dominará el capitalismo salvaje”.  Un adversario de la mayoría le respondió: A nadie se le obligará a residir en la ciudad modelo contra su voluntad. Si a usted no le gusta el ‘capitalismo salvaje’ puede vivir en otra parte, pero no intente impedir que otros compatriotas elijan donde hacerlo”.  
La República de Honduras, un pequeño país de Centroamérica, demuestra más dignidad y solvencia moral que muchos "grandes". Dirigido ahora por una nueva clase política, comienza a soñar con una patria mejor, con más libertad, más oportunidades y sin pobreza. Y pensar que hasta hace pocos meses muchos solidarizaban con aquel gobernente de gruesos mostachos y sombrero tejano que pretendió vulnerar la Constitución de su país y, sorprendido en sus fechorías, fue expulsado del poder con energía, decisión y sin retorno. Manuel Zelaya es su nombre. Lo último que supe de él era que vivía a costa de los contribuyentes brasileños ¿Se acuerdan?  ARL

(*) Paul Romer es un empresario, economista y profesor universitario designado por la Revista Time como una de las 25 personas más influyentes en los Estados Unidos de América (1997). Licenciado en Matemáticas y Física en la Universidad de Chicago, fue alumno del MIT (Boston) y se doctoró en Chicago (1983). Su ensayo más famoso es  “El cambio tecnológico endógeno” (1990) -publicado en el prestigioso Journal of Political Economy  y traducido a varios idiomas-, una buena referencia de lectura para quien guste de la teoría económica "dura". Hizo clases en las universidades de Chicago, Rochester y Berkeley. Desde 1996, es profesor de la Graduate School of Business de Stanford  y en 1999 obtuvo el “Stanford Business School´s Distinguished Award”, el más alto galardón que esta universidad concede a sus académicos.